23 de marzo de 2011

SIX FEET UNDER


Vi esta serie durante el año pasado y nunca pensé que sería capaz de engancharme tanto a una historia. La serie narra la vida de la familia Fisher que tienen como negocio una empresa funeraria y cada capítulo gira alrededor de la muerte de un personaje, muchas veces ajenos a la familia y otras demasiado cercanos.
Poco a poco te vas introduciendo en el mundo interior de cada uno de los miembros de esta curiosa familia, sintiendo sus necesidades y sus anhelos, compartes sus problemas e incluso sientes lástima por ellos. Son personajes que evolucionan, que en cada capítulo tienen algo que mostrar y que no dejan de sorprenderte con sus cambios constantes.
La atmósfera que crean a través de la luz, la estética y la música reflejan el rumbo que la familia ha escogido para seguir y de esta forma nos hacen seguirlo a nosotros también.
Es una serie larga, de cinco temporadas, pero con un final absolutamente redondo que cierra todas y cada una de las historias. Es muy emocionante y lo es más todavía si lo ves en pantalla grande y comiendo palomitas...

Su creador, Alan Ball reflexiona sobre la serie con estas palabras: "Six Feet Under" se refiere no solo a ser enterrado como un cadáver, sino a aquellas emociones y sentimientos que se mueven bajo la superficie. Cuando uno se encuentra rodeado de muerte existe la necesidad de tener experiencias de una cierta intensidad que sirvan de contrapeso... una necesidad de escaparse. Es el caso de Nate siendo mujeriego, es el caso de Claire y su experimentación sexual, es Brenda y su compulsión sexual, es David y su homosexualidad, es Ruth teniendo varias relaciones - es la vida que trata de abrirse paso a través de todo ese sufrimiento, dolor y depresión para seguir adelante.

Altamente recomendable amiguitos.